Ir al contenido principal






Quería escribir esto hace tiempo pero no había tenido ni el tiempo ni la disposición para hacerlo. Debo confesar a todos los vientos cibernéticos que traigo cargando una necesidad de reconocimiento que no he podido abandonar desde que mis padres me condenaron a la ignominia y a la miseria por tomar un camino literario (si esto puede existir). Hace un mes ha sido mi cumpleaños y como es natural, como diría Gracilaso, el de la Vega, me puse a contemplar mi estado y mirar la senda por do he venido. En este recorrido, lleno de reconocimiento, esta ignominia y miseria a la que fui sentenciado se han tornado en una realidad, lo que sea que este término evoque. Habría que decir que al hacer un recuento --como me he enterado por el repaso tarológico que me he hecho—he descubierto que sólo el mundo y sus arcanos fueron los que estuvieron en mi contra. Según ellos, tengo una tendencia muy fuerte a autodestruirme, esto dado por las complicaciones que tuvo mi madre a la hora del parto según el libro La vía del Tarot de Jodorowsky. Como siempre la culpa no es mía; es de mis padres, quienes no me amaron desde el primer momento de mi nacimiento y me mandaron a vivir muy lejos de su tutela. Es decir, este fracaso literario en el que estoy inmerso no es mío, en realidad, es la marca de la histeria de mi madre y de la indiferencia de mi padre, que para eso existen, para ser los responsables de todo lo que no he hecho y de este exilio voluntario que me desarraiga. Por fortuna este fracaso en el que me encuentro sumido lo comparto con millones y millones de personas cuyas madres tuvieron complicaciones a la hora de su nacimiento o engendraron hijos no deseados. Con ellas me hermano y les entrego mis más profundas meditaciones.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Teoría de la soledad Una de las funciones de estas redes sociales como Facebook y, el mayoritariamente usado por los hispanohablantes, Hi5 es percatarse cuán solo está uno en el mundo. Esta revelación en realidad no es nada nueva, sólo la manera de comprobarlo. Por supuesto gozo de “perfiles” en ambos lados, en los que sólo tengo escasos 10 amigos, de los cuales 5 son prestados, 3 son familiares, una es mi esposa y el otro es mi amigo de la Facultad. ¿Por qué entonces me empeño en tener un lugar en el espacio cibernético? no lo sé… supongo que sólo por estar “in” y que no se me tache de anticuado a mis juveniles 36. A veces estoy más preocupado por lo que puedan pensar de mí (esos 5 amigos prestados) que lo que en realidad quiero hacer (como se dijera por aquí, seguro son  mommy issues ). Así, este contacto internáutico que se manifiesta en un lugar virtual, sólo me ha servido para morirme de envidia por la cantidad de amigos que los demás ostentan cuando entro a revisar sus “perfiles”
De Pavadas Hoy es uno de esos días raros del mundo anglosajón masificado. Llevamos alrededor de 7 años haciendo como que celebramos o nos enteramos de que existe, este día que llaman “Thanksgiving” y que la mejor traducción de todas en español sería Navidad Anticipada. En cualquier caso, la costumbre nos ha llevado a parar a lugares insospechados y a rituales en los que cada persona dice por lo que debe estar agradecida, sin saber si quiera quién es la persona o sus circunstancias. Se supone que es cuando los gringos se reunieron por primera vez con los indios para no morirse de hambre. Desde la perspectiva humanista de esta gente, (he hecho una encuesta con mis alumnos) creen que los que se morían de hambre era los indios y no los pioneros. Después de saciarles el hambre con sus guajolotes, que sólo veían como pájaros salvajes, algo así como ver avestruces, los pioneros decidieron matarlos a todos por su gentileza. Gracias a este gesto de saciar el hambre del hombre blanco –y tal vez
Pater Familias Con la paternidad el mundo y su pedagogía devienen en una suerte de expresiones maniqueas. El mundo se vuelve un lugar de absolutos y de aseveraciones tajantes. Cosas por las que jamás me había preguntado se transforman en material debatible para mostrar la intolerancia y la angustia de ser padre. Las explicaciones que se tienen que dar deben encuadrarse dentro de un esquema de intelección infantil, que no siempre resulta asequible, sobre todo cuando todas ellas estuvieron ausentes dentro de la propia infancia de quien tiene que facilitarlas. Los números de libros que hablan sobre cómo uno debe educar a sus hijos se multiplican, mientras los programas de televisión en donde los niños, que han dejado de serlo para convertirse en monstruos, son domados por una especie de super mamá salvadora, nos recuerdan que la paternidad puede ser algo doloroso. De ese modo, el universo del padre se convierte en un reino de aproximaciones y, la mayoría de las veces, fracasos. Hoy más q