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Mostrando las entradas de 2008
Fantasías y abominaciones Los periodos vacacionales sirven para que uno se percate de que en el mundo existen una infinidad de creaturas y vidas que no nos interesan pero que podemos contemplarlas con fascinación durante horas. Esta contemplación, tal vez malsana, la he generado en estos días desde nuestra sala en donde tenemos instalada la televisión. Los cien canales que tengo por cable, gracias a un tormenta que elevó mi servicio básico de 15 canales desde hace dos años sin reflejarse en la cuenta, y los días de asueto me han brindado la posibilidad de hacer zapping con mayor regularidad de lo acostumbrado. Entre estos devaneos ociosos en los que pasamos los domingos mientras hacemos la lavandería a destajo, me percaté que existe un canal que se encarga de demostrar que el mundo de la fantasía y de la imaginación no lo es del todo. El versado en la cartelera televisiva de paga creerá que me refiero a Sci-Fi Channel, en donde la mayoría de los programas tienen seres de la imagi
Nostalgia de la infancia Desde hace algunos meses sostengo una conversación más o menos regular por medio de Skype con mi hermana. De ser posible nos buscamos una vez a la quincena para hablar de cualquier cosa que salga a colación. Casi siempre deriva en ponernos al tanto de nuestras vicisitudes familiares y personales, pero sobre todo, creo yo, para sentir que todavía tenemos familia (aún queda nuestra madre pero sólo como idea porque desde hace mucho tiempo, tal vez desde que nacimos, no ha querido saber nada de nosotros). Esto dentro del terreno común no tendría nada de extraordinario, sólo un par de hermanos hablándose con cierta regularidad. En nuestro caso es un poco diferente. De alguna manera somos desconocidos, pese a la diferencia de un año que nos llevamos. Todo esto ya lo había intuido desde hacía tiempo, pero en cuestiones familiares es posible que los límites de interacción se pierdan para dar paso a relaciones inusitadas, siempre con marcas de ansiedad. En un afán de
Just some thoughts: “The poetic critic is criticizing poetry in order to create poetry” "It is fatuous to assume that there are ages of criticism and ages of creativeness […] The two directions of sensibility are complementary; and as sensibility is rare, unpopular, and desirable, it is to be expected that the critic and the creative artist should frequently be the same person." T.S. Eliot. The Sacred Wood.
La invención de los talentos La sanidad del cuerpo en la que me empeñado sólo por no perecer a manos del olvido ha sido una farsa. Cuido de mí para nada, para no tener que concurrir al médico en este país al que vine porque no tenía nada mejor en qué ocupar mi tiempo y mis esfuerzos. Soy aparentemente sano, me he dedicado los ratos libres a ejercitar el cuerpo para liberar la neurosis de sentirme atrapado: he tratado de moverme más de lo acostumbrado. En ocasiones es molesto. No me queda energía para pensar en lo que me gustaría decir, en escribir esto, algo así como un archivo testimonial de mis días en lo que no pasa nada. Ese es el problema: la soberbia es uno de los grandes pecados capitales. Me preocupa en demasía tratar de verter situaciones que tengan algún valor estético, alguna conceptualización críptica, y no he llegado a ningún lado. El tiempo sigue pasando y cada más me acerco a lo que el mundo teme, me acerco al final de la construcción de la vida por la que muchos mue
Cha... Cha... Cha... Changes ¿Por qué Berenice y yo lloramos cuando vimos a la gente congregada para escuchar al nuevo presidente de los Estados Unidos Barak Obama en Chicago? A pesar de que yo he vivido inmerso en la política mexicana, despreciable en sí misma, las lágrimas de Berenice me contagiaron. Tal vez porque es la primera vez, desde hace 36 años, que hemos visto algo tan conmovedor dentro de las esperanzas de todo un pueblo, y en cierta medida en las nuestras. Finalmente hemos padecido las decisiones de Bush en toda su larga permanencia en la Casa Blanca y nos alegra que alguien que no encarna la ultraderecha y la prepotente supremacía blanca y anglosajona, desde la conformación histórica de este país en 1776, le pueda dar otra cara al país de nuestras hijas. No quiero pecar de optimista; mi generación mexicana, la llamada X, es una generación de perdedores por excelencia y no sé si el azar esté jugando con nuestros sentimientos, tal vez...; y si así lo es, tal vez, el Apocal
Teoría de la soledad Una de las funciones de estas redes sociales como Facebook y, el mayoritariamente usado por los hispanohablantes, Hi5 es percatarse cuán solo está uno en el mundo. Esta revelación en realidad no es nada nueva, sólo la manera de comprobarlo. Por supuesto gozo de “perfiles” en ambos lados, en los que sólo tengo escasos 10 amigos, de los cuales 5 son prestados, 3 son familiares, una es mi esposa y el otro es mi amigo de la Facultad. ¿Por qué entonces me empeño en tener un lugar en el espacio cibernético? no lo sé… supongo que sólo por estar “in” y que no se me tache de anticuado a mis juveniles 36. A veces estoy más preocupado por lo que puedan pensar de mí (esos 5 amigos prestados) que lo que en realidad quiero hacer (como se dijera por aquí, seguro son  mommy issues ). Así, este contacto internáutico que se manifiesta en un lugar virtual, sólo me ha servido para morirme de envidia por la cantidad de amigos que los demás ostentan cuando entro a revisar sus “perfiles”
El problema de la realidad y la existencia de seres imaginarios que no se ven a diario La vida está propuesta por mortificaciones secretas e imitaciones menos tendenciosas. A veces quiero sorprenderme por la realidad que suelo ver afuera. Ahora que estoy aquí, descubro que las necesidades de la humanidad entre aquellos que hablamos una lengua u otra son abismales. Los que llegan aquí, este especie de país hedénico en donde las cosas se consiguen con facilidad y la riqueza se desparrama por todos los lados, sienten que por no haber muerto a manos de gente infame en la cruz de la frontera tienen un ángel protector al que le deben de brindar toda la devoción necesaria. Y tal vez tengan razón, han salido de la miseria y han encontrado la comida en la mesa, han aprendio palabras distintas para nombrar su mundo circundante y no saben qué es ahora del país al que no han vuelto, a muchos no les interesa, y encuentran la fortuna y después, agradecidos por continuar con vida por estas latitud
Happy Monsters Holding Hands Las temporadas dentro del aparato mercadotécnico son como estaciones con las que se puede comprobar el paso inexorable del tiempo y nos recuerdan el misterio que hay dentro de las culturas. En el paso de nuestra vida corroboramos que existen miedos y deseos colectivos qu e todos llevamos. De acuerdo al mundo desde el que se articule un discurso y su posición histórica es como se desenvuelven nuestros temores. Ayer sábado fuimos a uno de los lugares más comunes y por lo mismo atroces de todo el aparato de mercado gringo que atrae, incluidos nosotros, a gente que necesita cuidar de su presupuesto, a expensas de las explotaciones ajenas en el más puro estilo de una economía capitalista: Walmart. Después del drenante para mi economía regreso a clases, la temporada que sigue para llenar por lo menos 15 pasillo es “Halloween”. Para mis hijas, tal vez, es la fecha que esperan con mayor entusiasmo. Al entrar a Walmart pude corroborar esta euforia por el disf
El Reino de la Magia Una vez que nuestro viaje comenzó, la fascinación que nos rodeaba a todos llenaba nuestras esperanzas de que el día intensamente caluroso traería consigo el sol de la diversión garantizada y de seguro, pensé, una deshidratación inminente. Les recordé a Berenice y a las niñas no olvidar las cantimploras de agua de aluminio que compramos ex professo para evitar cualquier visita a la enfermería y sueros nocturnos, así como los ponchos contra la lluvia que nos estuvo persiguiendo durante todo el camino. Nos montamos al trencito que conduce al primer filtro del parque: las taquillas. Para ahorrar tiempo y sobre todo para forzar el viaje y no arrepentirme reservé las entradas en el sitio electrónico, después de todo el Internet es de lo gringos. Al apearnos del cochecito de más de 50 vagones tirados por una especie de trailer en miniatura que nos dejó a la entrada, la masa amorfa de alrededor de 150 almas nos enfilamos a dejarle a Walt y su mundo 70 dólares por person
El mundo según Disney Primera llamada Después de 36 años he cumplido con el sueño de Walt y sus secuaces: hemos ido al mundialmente conocido Disney World en Orlando, Florida. Como buenos burgueses que mis padres pretendían ser, una de mis desventajas entre mis pares era mi falta de discurso de la animación Disney. En la secundaria del colegio privado de la ciudad de México oía maravillado cómo la gente decía hablar en lenguas extrañas y deslizarse a velocidades increíbles por toboganes que no sólo eran sendas de la diversión, sino del poder mismo al dominar un universo más allá de sus fronteras. Palabras como Epcot y Magic Kingdom tenían en mi entendimiento un sabor raro y prestigioso, además de que conferían un extraño aire de superioridad a aquellos que las pronunciaban. Ver el mundo a través de la diversión era lo único que me parecía ponderable y su carencia me hermanaba a la cofradía de seres insatisfechos. Finalmente, y por reconciliarme con mi pasado burgués, fui a dar al mun
Quería escribir esto hace tiempo pero no había tenido ni el tiempo ni la disposición para hacerlo. Debo confesar a todos los vientos cibernéticos que traigo cargando una necesidad de reconocimiento que no he podido abandonar desde que mis padres me condenaron a la ignominia y a la miseria por tomar un camino literario (si esto puede existir). Hace un mes ha sido mi cumpleaños y como es natural, como diría Gracilaso, el de la Vega, me puse a contemplar mi estado y mirar la senda por do he venido. En este recorrido, lleno de reconocimiento, esta ignominia y miseria a la que fui sentenciado se han tornado en una realidad, lo que sea que este término evoque. Habría que decir que al hacer un recuento --como me he enterado por el repaso tarológico que me he hecho—he descubierto que sólo el mundo y sus arcanos fueron los que estuvieron en mi contra. Según ellos, tengo una tendencia muy fuerte a autodestruirme, esto dado por las complicaciones que tuvo mi madre a la hora del parto según el lib
La vida sin servidumbre Cuando uno sale de su patria para ver el mundo, jugar al juego de la globalización y hablar en lenguas extrañas, ciertamente lo que se deja atrás acaba por ser un producto que lleva a la mistificación de lo dejado. La migración hacia el desarrollo y el primer mundo tienden a ser una confrontación que ha llevado a la reflexión de muchos sobre sí mismos y comprobar que el mexicano es otra cosa en el mundo digna de ser definida. Yo no me atrevo a hacer una caracterización tan fundamental y ostentosa, sólo hablar por mi experiencia de mexicano inauténtico que soy. Salí de mi país hace 8 años y creo, hasta ahora, no volver; no porque crea que México es una mierda o que todo lo mexicano es fuchi y de ese modo ponderar lo otro y ser, como buen mexicano según Paz, bien malinchista. Las razones son muy pragmáticas: en México no tengo trabajo ni tampoco conocidos ni amigos que me ofrezcan uno (decente se entiende). Cuando he invitado gente para que me hagan compañía
Hay cosas que no me gusta hacer en esta suerte de espacios y una de esas es compartir poemas con el mundo (decir mundo es un eufemismo sólo para los escasos cinco visitantes que tengo a la semana). Lo hago porque es un poema que tendría que haber incluido desde el principio cuando me aventuré, más por curiosidad, a utilizar este recurso como espejo narcisista. El narcisimo está justificado en cuanto a que la morbosidad nos lleva a ver qué ocurrencias ha tenido alguien que hemos conocido remotamente en el tiempo o en la distancia. De igual modo, las relaciones de amor/odio se presentan como glaciaciones que, un tiempo congeladas, se derriten bajo el peso de las coincidencias. Coincide que donde vivo he vuelto a oír la palabra península que creía muerta o evaporada. Desde hace tres años habito en un puerto que parece ser la antítesis de la que dejé hace ocho años pensando que me convertiría en un hombre de verdad, en un héroe invencible o en un dios humanizado. Han pasado cosas: he vuelt
Escribo para forjarme un destino. Mi discurso sirve como cicatriz desde donde espero leerme en la distancia. Fui un hijo bastardo en el estricto sentido de la palabra. Mi padre estaba casado legalmente con su primera esposa y mi nacimiento coincidió con la discusión sobre pensiones alimenticias, responsabilidades paternas y familias divididas. De mi historia sé poco. Los que pudieran haber hablado de ella ya se han ido sin ventilar el producto de sus disquisiciones y todo lo que sé no alcanza a clarificarme un destino o una necesidad de ser algo dentro de una familia. Mi padre murió hace tres años después de tres embolias y una úlcera sin habernos deseado una feliz vida y una placentera muerte. Escribo para reconocerme, para buscarme dentro de estas palabras que son lo único que me conforman. Soy sólo esto, emblemas, signos que se dibujan sobre superficies inexistentes. No pienso en la conformación que el otro que me lee le pueda dar a mis reflexiones, sino sólo lo hago para pensar
Lo público de los baños Siempre me ha parecido interesante el papel de la intolerancia y las tensiones que el ser humano experimenta en su contacto con el otro. Uno de los lugares predilectos para ventilar todo este número de deseos irresueltos y de odios, en la mayoría de lo casos gratuitos, es el baño público. El baño de los hombres, desde que lo recuerdo, siempre ha servido como pizarra para exponer y explorar la tensión que genera vivir en el mundo, o mejor compartirlo con el otro. Supongo que la relación para ventilar todo este tipo de carga metafísica se establece por la analogía del deshecho a la que invita el baño. El escribano que hace de la pared del baño un mural exhibicionista descarga en su momento de soledad, al mismo tiempo que mea o caga, todo el peso que acarrea consigo en el vivir diario. En un acto de liberación moral toma el lápiz, el marcador, la pluma –incluso hasta las llaves--, para plasmar lo más oscuro de sus perversiones corporales, incluyendo necesidades aus
Alguna vez me sentí desdichado porque mi vida no se parecía a los modelos que ponderaba, esos que son marcados desde un principio: una lectura a temprana edad, una biblioteca de un abuelo, una tradición rica en conectes que me impulsaran a la cima de la vida literaria y, de golpe y porrazo, a un reconocimiento mozuelo por parte de quienes repartían las cartas de calidad literaria en el país. Tampoco la mía sería la historia de aquel chico de extracción humilde que conquistaría la fama con su pericia y adulación ajena, con la calidad y la gran sensibilidad que se adquiere cuando se está muriendo de hambre. No, mi vida transcurrió al lado de unos cambios de residencia constante. Padres concetados con gobiernos locales y poco interés en la cultura, que era vista como entretenimiento para señoritas. No he logrado ningún reconocimiento, ni tampoco escribir páginas memorables por su calidad discursiva, ni de un dechado de imaginería como para crear personajes que no existen, y tal vez, ese s
Efecto mariposa *** Prologue The butterfly effect is a phrase which encapsulates the more technical notion of sensitive dependence on initial conditions in chaos theory. Small variations of the initial condition of a nonlinear dynamical system may produce large variations in the long term behavior of the system. So this is sometimes presented as esoteric behavior, but can be exhibited by very simple systems: for example, a ball placed at the crest of a hill might roll into any of several valleys depending on slight differences in initial position. *** La encontré por accidente, por el accidente de la vida más precisamente. Caminaba y se paseaba como un pavorreal, como un cisne poético. Deambulaba y, en la proximidad, lejos de la intemperie, en cautiverio, se tornaba menos amenazante. Al final, sólo me quedó un sabor a hembra que aún no ha llegado a extinguirse. Algunas veces nos odiamos, otras jugamos al suicida con una espléndida y envidiable vocación de muerte. Aunque no me od