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Mostrando las entradas de junio, 2007
El monstruo dentro de la cultura occidental ha sido un referente inevitable para todo aquel que ha sido niño. El mostruo ha vivido a lo largo de la tradición imaginaria de todos aquellos que gustan tanto de infundir miedo como de restaurar el orden. Orden y desorden, miedo y confianza, son binomios en los que se explora la ambivalencia de todos aquellos que viven confundidos y buscan a toda costa cesar esa confusión. Cada sociedad tiene sus monstruos específicos. Gracias a la influencia de la globalización y del imperialismo cultural, los antiguos miedos históricos atávicos con los que mi generación vio, ya no son los mismo que se presentan en las generaciones de hoy. Los primeros monstruo de que se tuvo referencia fueron aquellos que nacían con deformaciones genéticas, algún niño de dos cabezas por ejemplo, o figuras humanas que habían nacido con alguna deformidad. Así la falta de forma convencional siempre escandaliza al mundo que se enfrenta con los demás. Lo mostruoso es el resulta
Hoy es mi cumpleaños Estoy sentado afuera junto a la pared Hay una chimenea algunas tazas de café El aire mueve el agua de mi soledad Y algunas hojas secas que hacen ruidos al resbalar Y algunos niños juegan a olvidar Tengo mi propia habitación, mis árboles de invierno y mi balón, El mundo en el bolsillo pequeño de mi pantalón Pero hace tanto tiempo que no he visto el mar Que a veces tengo ganas de llorar Hace frió aquí fuera… tápame. Hoy es mi cumpleaños, estoy sentado afuera junto a la pared El chico tan simpático qué chiste tan gracioso cuéntalo otra vez Te escucho suavemente porque se acaba el día Me duele más cada peldaño de mi vida Hoy es mi cumpleaños, hoy es mi cumpleaños felicítame. Hombres G Letra y música de David Summers (1990) Tema inédito no incluido en ningún álbum
Pater Nostrum El poder del padre amenaza y trastoca la vida del hijo que busca, más que su aprobación, la generación de un conflicto cósmico que los coloque frente a frente, confrontando tiempo con tiempo, muerte con vida, horror con fascinación. La imagen del padre constituye una de las primeras imágenes del ogro, del monstruo que llegará para expiar y subsanar los problemas irresueltos. A través de la fuerza, mostrará la impotencia del hijo para autorregularse pensando en su incapacidad como elemento incompleto. Sin embargo, al mismo tiempo existe la esperanza de que el padre, como ser monstruoso, tenga escodida la sabiduría que necesita para externar una piedad, una misericordia que lo reivindique y que constate su superioridad frente al hijo. Saturno devorando a sus hijos es la representación del miedo para que el hijo vaya con cuidado a afrentarse con el padre. Este Saturno monstruosamente nos enfrenta al mundo del dolor, primer impulso que hemos tenido, o tendremos que enfrenta