De la enseñanza jesuita aún conservo la nostalgia por el dolor y la culpa. Mi educación religiosa ha estado presente durante todas la decisiones de mi vida para guiarme por senderos en los que la culpa y la vergüenza me hacen un ser absolutamente vulnerable. Tal vez por eso escribo. Por tratar de paliar la culpa que me hicieron sentir por mis pecados, por tratar de reconstruir un discurso, o quizás poblar un vacío y llenarlo de palabras que me hagan reimaginar cosas que he vivido y tal vez inventado para poder vivir lo que debí haber vivido. De esa culpa conservo el recuero de muchos a los que he tenido que conocer sin intención de conocerlos, recuerdo fechas y hasta posibles fisonomías de gente que se me ha aparecido como los fantasmas para recordarme que soy parte de su historia personal y que se empeñan en seguir contándome como sus mejores amigos, a pesar de los ya 25 años que median de distancia entre la realidad que fuimos y lo que somos ahora. Me dicen que no he cambiado ...
Blog dedicado a la reflexión y descripción teórica del mundo cómico-mágico-musical de Raúl Carrillo Arciniega